Casa del Balatín (25 May 08) JC

Amaneció nublado y el viento era fresco, pero aun así Luís y Andrés lucían sus relucientes trajes veretones de corto.
Lorenzo, siguiendo las recomendaciones de Luís, se presentó con su mochilita, bañador y toallita dentro...
Dani volvía al ruedo tras su viaje a Praga y ya desde las primeras rampas dejó claro que la cerveza checa es un buen combustible.
En el nacimiento de Istán un paisano dispuesto a llenar unas garrafitas observó: ¿no es muy temprano para que estéis vosotros ya por aquí ???
Por Dios bendito, caballero ! ¿muy temprano? Si son las 0830 !
Teníamos intención de llegar a la Charca del Canalón pero se me ocurrió que podíamos acercarnos antes a la Casa del Balatín...

...así que todo el mundo a descalzarse, que toca pasar la bici a la otra orilla del Río Verde.

Como siempre Dani el primero para mojarse

El río da el primer aviso a Andrés: uno de sus zapatos piensa que es un barquito...

Lorenzo dice que él no moja su doble, por si encoje...

Y a Luís el río le regala un bajo nuevo.

El agua, cristalina, está tan fría que los pies se entumecen y duelen!

Tras calzarnos y volver a montar, el carril toma una inclinación brutal.

Al final de una breve bajada cruzamos por primera vez el Arroyo del Balatín y, de nuevo, por una pendiente tremenda que me hizo desmontar en los últimos metros, nos acercamos a las casas rurales anunciadas abajo, en el río.

El enclave de las casas es idílico, en pleno cauce del Arroyo del Balatín, dominado por la impresionante altura del Plaza de Armas, todo un rascacielos desde nuestra posición, al fondo (Noroeste)

Y al Sureste el cauce del Río Verde nos separa en primera instancia del caserón del Puerto Blanco y el Puerto de las Carreteras y de Sierra Blanca al fondo.

Lorenzo ha cambiado su estrategia: mientras haya mortadela y Pisicola, vengan a mi las pájaras !!! Menuda flauta “de a cuarta” que se sopló el nota !!!

Los "piojos-cigarrón" se cebaron con nosotros mientras tomábamos esta foto.

Un perro nos delata y su dueño nos pregunta por nuestra presencia allí. Amablemente nos permite transitar los carriles privados de la finca para salir al pantano.

El carril pasa junto a las casas. La belleza del lugar indiscutible.

Seguimos subiendo y llegamos a un cruce que tomamos a la izquierda. A la derecha sale otro camino que, posiblemente lleve a la casa de la Matoncilla.
Tras cruzar por última vez el Arroyo del Balatin avistamos las ruinas de un par de casas, seguramente la Casa del Balatín original.

Desde sus inmediaciones tomamos esta panorámica de la margen este del Río Verde, con el Puerto de las Golondrinas, Puerto Blanco y el Puerto de las Carreteras cubiertos por el basto alcornocal que todo lo cubre.

Desde aquí iniciamos un descenso de mucho desnivel en busca del carril que rodea el pantano.

Lorenzo pinchó detrás y como de pena, empezó a llover...
Ya sólo nos quedaba volver, pero antes teníamos que cruzar Río Verde de nuevo.

Y Andresillo se dio un auténtico baño de campeones !

Para desquitarse bajamos por la Ermita de San Miguel y el niño nos demuestra su destreza.

La bajada por la carretera mojada con mucha prudencia, sobretodo yo.
En la rotonda del Marbella Club Luís avisa: ojo a esta curva que tiene el peralte cambiado!
Casi parados, Lorenzo se va al suelo delante mía, toco freno para no comérmelo y al suelo yo también. Todo en un segundo. Sin consecuencias.

Estupenda variante a la ruta tradicional de la Charca, que la endurece un poco, pero que merece la pena por lo bonito del paisaje.
Abierta queda la puerta para seguir remontando Río Verde por su margen oeste, tras la pista de las enigmáticas nutrias... ¿mito o realidad? La aventura está garantizada.

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Nos vemos en la verea

JC