Mirador de Marbella (20 Abr 08) JC

Diluviaba cuando me metí en el sobre el sábado por la noche.
Y lo hice con la convicción de haber perdido el tiempo “ echándole el jato a la burra ”…
Pero la esperanza es lo último que se pierde.

Con la melodía del despertador de fondo comprobé que no llovía y cual fue mi sorpresa al comprobar que no había nubes en el horizonte !!
Luís y yo esperamos un rato, pero nadie más acudió a la cita.
La mañana estaba fresca y con el sol a la vista y ese característico olor a tierra mojada iniciamos la etapa por la pared de La Montua.
Por la carretera antigua llegamos a Ojén, abriendo bien los ojos por si aparecía Andrés, pero se ve que pudo más la llamada de la almohada que la de la bici…
Coronamos el puerto de Ojén tras una horita de pedaleo y cháchara.
Cambio de agua al canario, barrita y para arriba.

Hicimos los 5.5 Kms de subida por la margen izquierda del Arroyo de Juanar entorpecidos por un viento de poniente que soplaba con fuerza.



En el olivar de Juanar el carril estaba mojado, salpicado de algunos charcos y con un poco de barro que frenaban el avance de las ruedas.
El sol iluminaba la Cruz de Juanar como con rabia, al conseguir liberarse de las nubes de esta semana.

Tuvimos que salir por patas del mirador de “ la cabrilla “…
…tal era la fuerza del viento de poniente que nos azotaba !!!
Habíamos llegado a este punto tras 1h y 39m de pedaleo.

Apenas tuvimos tiempo de sacar esta bonita imagen de la huerta abandonada de Puerto Rico Alto con Marbella a sus pies.


Llamó nuestra atención el pinar que hay justo cuando se supera la puerta que restringe el paso de vehículos al olivar.
Bajamos con los impermeables puestos para cortar el viento y abrigarnos, pues hacía bastante frío.
Una vez abajo, en el cruce con la carretera, y como íbamos bien de tiempo, decidimos repetir la subida.

Esta vez nos quedamos en el Refugio y en la bajada fotografiamos el inicio de la senda de José Lima, bonito paseo que acerca al senderista hasta un pequeño bosque de pinsapos, reliquia de los bosques que poblaban estas sierras antaño.

En la bajada nos cruzamos con Lorenzo, que, incrédulo con el tiempo, salió un poco más tarde.
Tras el pertinente saludo nos invitó a bajar con él por el Cerezal, pero nos rajamos, aparte de por el tiempo que ya se nos echaba encima, por nuestra técnica, que deja mucho que desear…
Completamos la bajada por la carretera nueva, con un Luís grabando con su cámara en el casco y un buen puñado de ciclistas de carretera subiendo.

Disfrutamos, gracias a la tregua del tiempo, de un magnífico día de bici. Al llegar a casa se puso a llover…

Visita el Mirador del Corzo en Juanar
Nos vemos en la verea
JC