Viernes, sobre las tres de la tarde y con cierto regusto a lentejas, salimos desde el Paseo Marítimo de Marbella con dirección Puerto Banús. Una vez pasado éste nos dirigimos ,siempre junto al mar, a la desembocadura del Rio Guadaiza.
Podemos ver a la trucha Arcoiris remontando el Rio Guadaiza, alternando vereita, cantos rodados y barro.
Una vez remontado el rio, salimos dirección Lago de la Tortugas, donde una comitiva de patos, gansos y demás aves acuátivas nos dan la bienvenida.
Tras un breve descanso, salimos dirección Norte, cruzamos la autopista por un tunel inundado, y empezamos la corta pero intensa subida a Puerto Romero.
No solo caminos, sino también gentes. Arriba nos encontramos con nuestro amigo Pedro Aguilar "Matulo", ansioso de conversación, con quien compartimos dudas de camino y un ratito de charla.
Una vez en Puerto Romero nos adentramos en la finca "Los Rincones" para dirigirnos al arroyo de Benabola. Un paisaje que más bien parece "lunar" por la altura y por lo accidentado del terreno.
En resumen, una ruta no apta para los amantes de los carriles anchos (llámense también "vuelta-sierreros").
En primer termino podemos ver el valle del Arroyo de Benabola, justo en frente el carril que sube al Castaño Santo, y detrás el valle del Rio Guadaiza, nuestro objetivo final.
Después de bajar al arroyo Benabola, que se encuentra embovedado, nos metimos una tremenda subida para llegar al carril del Castaño Santo, carril que subimos como un kilómetro para luego girar a la izquierda (la sopresa del día) y bajar al pantano del Rio Guadaiza.
Una pista en mal estado que poco a poco se convierte en vereita.
Aquí el bosque Mediterráneo no es tan idílico como lo cuenta JCarlos en sus crónicas, con encinas y almedros en flor, sino que se convierte en un sotomonte plagado de Hérgenes, Abulagas y demás arbustos espinosos que nos hicieron sufrir de lo lindo.
Pero al final llegamos sanos y salvos.
Pero al final llegamos sanos y salvos.
De fin de fiesta y para poner a prueba las articulaciones, una vez llegados al Ángel, nos metimos en el cauce seco de Rio Verde. Es lo más parecido que existe a trabajar con un martillo hidráulico.
El resto fácil, volvimos por el Paseo Marítimo.
En resumen, una ruta no apta para los amantes de los carriles anchos (llámense también "vuelta-sierreros").
Bajate el archivo para Google Earth. y el resto de la fotos del evento.
texto: D. Puertas (con algunos apuntes del veretón alberto).-
2 comentarios:
Menuda ruta - aventura !
Esta ruta si que tiene vereitas hasta ahora inexploradas para muchos de nosotros.
Pero es que además de cruzar la selva y la luna un par de veces, me sacais una media cojonuda !
Enhorabuena a todos, veretones !!!
Me bajo el track para hacerla un día de estos.
JC
LLanero,
Esta todavía no la has actualizado la foto del Pintando con la Vereita, verdad ?
JC
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