Mirador de Marbella (24 Feb 08) JC

Fin de semana pasado por agua, que buena falta hace.
El sábado me quedé en casa, viendo llover. El domingo ya estaba que me subía por las paredes.
A las 0713 recibo mensajito de Luís rajándose por el virus de la barriga, pero con posible asistencia del Barbas que, como habéis comprobado, también me dejó por otra…
El campo tiene que estar de barro hasta las trancas, así que decido subir la carretera antigua de Ojén para ver como está el panorama.

Como podéis apreciar en esta foto del pueblo, el amanecer era grisáceo. No llovía, pero las cimas de las montañas estaban cubiertas de nubes amenazantes.
El murmullo del agua, corriendo por los arroyos y acequias ladera abajo, se escuchaba por todas partes. En Ojén pueblo, el arroyo del Almadán iba hasta las trancas.
Sin prisas, pero sin pausa, me encaramé al puerto de Ojén en apenas 55 min. Para los bulli-bullis en tiempo apenas hay diferencia entre subir por aquí o por la carretera nueva.
Momento de reflexión ¿ hacia dónde sigo ? Por encima de mi cabeza, a no mucha distancia, sobrevuelan, si cabe, más nubes que cuando salí…
No parece el mejor día para rodear la sierra, así que decido subir a Juanar, por si hay que tocar a retirada.
No había subido ni el primero de los 5km que hay hasta el refugio cuando superé la cota de las nubes y fui, poco a poco, adentrándome en la niebla.
El campo de visión se redujo a poco más de 50m . Más allá todo era blanco.
Según iba avanzando, el ambiente se volvía más húmedo y una fina capa de gotitas cubrió todos los artilugios del manillar: cuenta km, luz…

Finalmente, a 500 m del refugio empezó a chispear y tomé esta foto con intención de volverme tras reponer fuerzas.
Pero, bastó una mirada a mi alrededor para cambiar de opinión.

El bosque adquiere otra dimensión con la niebla.

La luz a duras penas consigue penetrar la maraña de vegetación y nubes pero cuando lo hace, provoca esa sensación de misterio que añade, si cabe, más belleza a la estampa.

Como cantara Marchena en la de los 4 muleros, estaba lloviendo en el campo.
Mansamente, como gusta a las gentes que lo trabajan.
En Marbella no estamos acostumbrados a hacer deporte bajo la lluvia, pero cuando lo pruebas, también tiene su puntito, no creas.
¡ Qué diablos ! Había venido hasta aquí con la intención de subir al mirador, y no me iba a ir sin ver la cabrilla por cuatro gotas.

Emulando a los colegas de MTB Málaga (ellos se denominan Los Cochinos, en honor a una figura metálica de jabalí que hay en el PN de los montes de Málaga), esta figura de cabra montés perfectamente podría ser nuestra Mascota.
Además de tener belleza, llegar hasta aquí se me antoja la prueba perfecta como requisito de acceso y bautizo en el club Veretón. ¿Qué os parece?.

Para rematar la faena me acerqué al bosque de Monterrey del que habló el LLanero.
Los altísimos troncos de estos pinos nacen de entre un mullido colchón color ocre de helechos, ahora secos.
Ya había estado aquí anteriormente en varias ocasiones, pero la experiencia de transitar este precioso bosque entre la niebla y bajo una fina lluvia fue única.
Cuando bajaba, cerca de la verja que impide el paso de vehículos a Juanar, me crucé con la única persona que vi allí arriba: un observador de pájaros, con su traje de agua, y sus prismáticos colgados del cuello.
Antes de llegar al cruce de Puzla, la niebla y la lluvia se apiadaron de mí y cesaron.

Este es el perfil de mi húmeda ruta del domingo.

Y esta la vista del satélite. Bájate el track.

Otra subida al Mirador, esta vez con buen tiempo. Pincha aquí.

Ya que subes a Juanar, Visita el Mirador del Corzo

Y esta otra por si quieres subir DE NOCHE

Nos vemos en la verea.

JC