Muchos de los presentes habíamos sido protagonistas del rodeo al Plaza de Armas, por lo que, inevitablemente, la cháchara empezó por la aclaración de la bajada.
Nos reímos una “jartá” a cuenta de la espantada: los huidos quedamos de machos de la cabra, Luís quedó de víctima resentida, Andresillo de sujeta-velas, revienta-planes, pero es que resulta que Dani y Miguel esperaron un poco, pero tampoco esperaron al Luisillo... osea, otros machos de la cabra… La única que se salvó de los jocosos comentarios fue Ana, imagino que porque no se presentó, porque si no también habría llevado repaso… Desde aquí te mandamos un saludo muy fuerte Ana.
Entre risas y chorradas en el cruce del Pelegrino decidimos subir por los caracolillos, aunque Jesús prefirió subir solo por la carretera nueva.
En la casilla abandonada de los peones camineros paré a investigar el ruido que hacía mi bicicleta: buje trasero. Los veretones, auténticos caballeros, estaban esperando en el chorrillo y me alentaron a continuar.
Andresillo estaba que se salía, y en las primeras curvas de los caracolillos pegó el tirón. Reykonen le siguió la rueda, seguido de JJ y Luis. Miguel y yo a la cola, pepsi-cola.
Para remate de los tomates, tras tomar esta istantanea advierto que mi rueda trasera estaba pinchada.
Invité a todos a seguir, que yo me volvía, porque estaba gafado… y porque si la rueda trasera me dejaba tirado, las risas de Luís iban a llegar al cielo y podría entonar aquello que nos decían de pequeñitos: ¡ El Señor te ha castigado !
De nuevo los caballerosos veretones me esperaron. Esto es España: ninguno se dignó a ayudarme lo más mínimo, pero eso si, me esperaron.
En la subida al Puerto de las Viñuelas retraté al amigo Jesús al lado de este alcornoque caído sobre el camino que impide el paso, sospechosamente desde hace ya bastante tiempo.
En el helipuerto declaración de intenciones, para evitar sorpresas posteriores.
Debido al retraso por las cuestiones mecánicas yo aviso que no tengo tiempo para subir a la Fuente de las Ciervas. Reykonen, JJ y Andresillo quieren bajarse por las huertas de Istán. El resto haremos la vuelta sin más.
Tras una bajada trepidante, desde la fuente del Albornoque se avista la loma cuya cuerda queríamos haber explorado, desde la Fuente de las Ciervas hasta el Puerto de la Carretera. Queda pendiente para otra.
Quizás porque hayamos hecho esta ruta muchas veces, no nos damos cuenta, pero a lo largo del camino se pueden apreciar magníficas vistas de los barrancos y picos de las Sierras Canucha y Blanca.
En el nacimiento nos paramos a tomar un poco de la mucha agua que por allí pasaba.
Finalmente Miguel y yo volvimos por el atajo Olivia Valere – Nagüeles. Luis y Jesús por la carretera.
Disfrutamos de una vuelta a la sierra que recordaré por lo mucho que me reí y por el día tan bueno, que nos hizo disfrutar más todavía del campo.
Nos vemos en la verea.
Bájate el track de esta ruta y del rodeo al Plaza de Armas.
JC
Más información sobre esta ruta en la crónica Marbella Calidade
Y una pequeña, pero bonita variante de esta ruta en la crónica Fuente de las Ciervas
Y en esta vimos la cumbre del Torrecilla nevada
1 comentario:
Mola mazo !
¿ qué programa has usado, Luisi-on ?
JC
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